El aliento contenido
de cien mil almas expectantes
que se comen con la mirada los colores
verde, blanco y blaugrana
Nadie osa chistar, ni musitar siquiera
nadie mueve una brizna de aire
con un leve pestañeo
un instante de cien años
y al segundo…
Los genios mínimos se iluminan
y el mesías del balón finaliza su danza
Borbotonea de sangre la cabeza
los ojos se alunizan
las bocas se ahuecan
y una oleada de voz en cuello
brota, resuena y restalla en el cielo
Dios derrama otro ángel sobre el camp nou
que se posa blandamente en las mallas
de la meta blanca.
Su obra hoy
suma otra mínima Belleza.