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No hay que darle más importancia al partido de ayer que el de la ronda y la competición en la que nos encontramos. La clasificación la obtuvo el Barça hace poco más de un mes en Mendizorroza y el partido de anoche no pasaba de ser un mero trámite con público. Como suele ser habitual, estos partidos en los que hay mucho que perder y poco que ganar se lo toman los rivales como forma de desquitarse de la eliminación y porqué no decirlo, un forma de ponerse en el escaparate.

Tito lo sabía y no hizo ningún experimento en defensa porque Montoya, Puyol, Mascherano y Adriano podría ser la defensa titular en cualquier partido de Liga, y hace unas semanas no llegábamos ni a eso. El centro del campo era absolutamente experimental con Sergi Roberto, Jonathan Dosantos y Song, una combinación poco natural que demostró no funcionar demasiado bien y que provocó la primera media hora de desconcierto blaugrana. El juego no fluía y los delanteros no tomaban contacto con la pelota. Así era muy difícil dominar el juego.

Tras algún que otro aviso llegó un penalti no pitado por manos del pobre Song que también está en todos los bailes  y comenzaron a escucharse algunos cuchicheos en la grada. Los murmuros aumentaron con el gol de Borja Viguera, en esos instantes el equipo estaba desconocido. Afortunadamente un eléctrico Adriano realizó una buena jugada con Thiago y pudo empatar el partido y con ello frenar cualquier atisbo de remontada, si ello fuera posible. El partido se adormeció aunque no del todo porque el árbitro volvió a perjudicar a Alavés anulando un gol legal.

Para compensar su lamentable actuación, Velasco Carballo perjudicó ahora al Barça no expulsando a Manu García que derribó a Tello en jugada clara de gol. Villa estuvo sublime en la definición y le dio un toque con mucho efecto al balón que acabó colándose en la escuadra del jóven portero Herrera. Quizás fue lo mejor de la noche. A los pocos minutos el Barça volvió a desbordar a la defensa vitoriana a través de la pareja Tello/Villa que permitió al guaje redondear el marcador con su segundo gl de la noche.

Ayer acudieron casi 60000 valientes al Camp Nou en una fría noche prenavideña, en un partido que molestaba y que se han quitado del medio de la mejor manera posible. Es difícil conseguir un buen juego cuando alineas a 11 jugadores con una sola idea en común, su suplencia y no se puede exigir mucho más que lo ocurrido anoche,dadas las circunstancias. Ahora nos viene un buen fin de semana en el que nuestros rivales se enfrentan entre ellos, estará bien verlos discutir en la distancia.