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Yoyalodije

Adiós, muchachos

Finalizada la temporada, tenemos en las vitrinas del Museo un título de Liga ganado de forma merecidísima, con una superioridad manifiesta de principio a fin del Campeonato e igualando el récord de 100 puntos del Real Madrid de Mourinho de la temporada pasada.

Esto, concatenado con la pérdida de todos los títulos importantes por parte del equipo blanco, ha provocado la huida del entrenador portugués hacia el Chelsea de Abramovich llevándose con él a toda la cohorte de ayudantes portugueses ( se siente Macario: Karanka portugués, no sabes inglés) para descanso de todo buen aficionado al deporte.

Independientemente del equipo hacia el que se tengan simpatías, la permanencia en Madrid de Lagrimita de Setúbal era un ataque a la educación, al respeto y a la deportividad. No recuerdo ningún entrenador que haya presionado a todo el mundo – jugadores, árbitros, prensa, directiva, etc- de forma tan barriobajera y con tan pocos escrúpulos.

En algunos – o muchos – rincones del madridismo, se hubiese dado por bueno todo esto, si se hubiese conseguido la tan anhelada “décima”. Es cierto que “El Dedo que todo lo Ataca” ganó una Champions en el Bernabeu pero a mucha gente le ha costado tres años darse cuenta que la ganó con otro equipo, el Inter de Milan, escuadra que no ha levantado cabeza desde la marcha de Moucarra

Se le fichó para acabar con la hegemonía del Barça y los azulgrana, desde su llegada, hemos ganado : 2 Ligas, 1 Champions, 1 Copa del Rey, 1 SuperCopa de Europa, 1 Mundial de Clubs, 2 SuperCopas de España….Y una Copa Catalunya.

Si esto lo comparamos con sus 3 títulos: 1 Liga, 1 Copa y 1 SuperCopa en tres temporadas, pues eso, “no hase falta decir nada más”.

A pesar de todo, se agradece que este tío se vaya, sobretodo por la presión suplementaria que supone hacia todos los estamentos – aunque luego diga Florentino que la presión la soportaba el portugués…manda huevos-.

Seguramente, el entrenador que venga – en el momento de escribir este post todavía no han llegado a un acuerdo definitivo con nadie- se comportará de un modo más caballeroso y deportivo. El listón no está muy alto.

Otro tema es la prensa deportiva españolo-madridista, la mayoría. No todo fue culpa de Mou, son otros los que han acuñado el término Villarato, han puesto dianas sobre colegiados en portadas de periódicos deportivos de máxima difusión, han borrado infográficamente jugadores del terreno de juego, han trazado líneas sin regla (bueno, con la regla de perjudicar al Barça o favorecer al Madrid, tanto monta, monta tanto) y se han dedicado a buscar, más que con lupa con el microscópio electrónico, cualquier jugada trascendente, o no, que pudiera favorecer a sus intereses.

También han llenado horas y horas de tertulias de grito y bufanda defendiendo lo indefendible.

Esto ha creado una corriente de opinión en según que sectores y una espada de Damocles en la cabeza de los colegiados.

Los arbitrajes de la temporada pasada fueron, en general, de juzgado de guardia. Es cierto que el Real Madrid consiguió un récord de puntos y goles pero, no es menos cierto, que sin la permisividad con la dureza de ciertos jugadores (Alonso, Pepe y Arbeloa serían tres claros ejemplos) y la facilidad en señalarles penaltis a favor, quizá no hubiesen ganado la Liga. Nunca lo sabremos.

Como ustedes saben, harto de las quejas de Villaratos y manipulaciones,hace dos temporadas hice el propósito de analizar las jugadas más trascendentes de los partidos disputados por nuestro equipo y el máximo rival y compartirlo con todos los Yoyeros. El resultado de la temporada pasada y de la primera vuelta de esta ya fueron publicados a su debido tiempo ( e ilustrados algunos con imágenes por asiduos del blog más hábiles con la informática).

Una vez finalizada esta Liga con la solvencia ya sabida, me pareció innecesario y tedioso publicar la relación de aciertos y errores de la segunda vuelta. Al bajar la tensión competitiva el Real Madrid, también bajó algo la presión mediática. Además, los errores- creo que menos que la temporada anterior- eran más intrascendentes por la insultante superioridad azulgrana.

Eso sí, lo que no ha variado ni un ápice es la facilidad en señalar penaltys a favor de los blancos y viceversa. Valga como ejemplo la clamorosa falta dentro del área de Sergio Ramos sobre Adriano en el último minuto del partido y que, casi con total seguridad hubiese sido el empate a dos goles.

Eso sí, en Agosto volveremos a empezar el recuento. Aunque no haya un Mou en su banquillo, desaparezca Marca TV y ya no esté Inda de director de periódico, no se puede bajar la guardia.