Se acercan las vacaciones de verano, la Copa Confederaciones nos mantiene entretenidos con la última dosis de futbol antes de que empiece la pretemporada.
El “mercatto” sustituye a las competiciones, con más mentiras que los gobernantes.
Mientras viajamos a países exóticos, nos bañamos en cálidas playas o paseamos por pintorescos paisajes, echaremos de menos las excelentes crónicas de Spacestar, los cultos poemas de Dr Bacteri, a Saturno y sus cálculos de probabilidades en los sorteos UEFA, las críticas a Xavi de Cipotal, los comments-post de Irascible, la inquina a Laporta de Google, etc
A otros yoyeros les echamos de menos hace tiempo, Aragorn, Pai Mei, Kantinu, Penélope, Posi, etc,parece ser que algunos han emigrado a Twitter. Vuelvan brivalls.
Hablando de Posi, añoramos sus artículos resumidos en 10 puntos, aunque el otro día leímos uno, excelente, de Fanjal.
No es el Decálogo un invento del Yoya, hace muchos, muchísimos años, concretamente en la década de los 20 el F.C. Barcelona hizo uno dirigido a sus socios y publicado en el boletín del Club.
Por si les interesa, he aquí su transcripción:
1.- No exijas a los jugadores un esfuerzo superior al rendimiento normal, y evita considerar normal la jugada genial de una tarde de suerte. Sé comprensivo.
2.- Procura no tener simpatías o antipatías en perjuicio de determinados elementos del equipo. Haz justicia.
3.- Ahorra la censura y no regatees aplausos. Sé generoso.
4.- Tu estímulo es especialmente necesario cuando el juego decae. Una protesta en esas circunstancias puede tener una trascendencia funesta. Ten tacto.
5.- Sé circunspecto con los otros clubs. Si un egoísmo respetable no te permite animarlos, por lo menos sé cortés. Que la educación sea tu virtud.
6.- Piensa que es humano pagar con la misma moneda, y que con una conducta impulsiva predispone en contra tuya a quienes un día te recibirán como forastero. Ten cautela.
7.- Evita las repulsas, las palabras difamatorias y las campañas que te hagan renegar de tu corrección. No caigas en la tentación.
8.- No te pelees con los vecinos y, sobre todo, que no sea nunca por tu culpa. Nada de provocaciones.
9.- Piensa y no olvides, barcelonista, que tus compañeros estarán orgullosos de tu conducta digna. No quieras que tengan que avergonzarse de ti.
10.- Que cuando digas que eres del Barcelona, se te abran todas las puertas
Como nos decían los escolapios en nuestra infancia, estos mandamientos se resumen en dos:
Amarás al Barça sobre todas las cosas
Y al Tribunero como a ti mismo
Feliz Verano