A los culés nos gusta sobreanalizar los partidos del Barça y extraer rápidas conclusiones que confirmen aquello que llevamos diciendo antes de que pase. Sí, el famoso “Yo ya lo dije” que ha dado nombre a este antro. Pues tengo que hacerles una confesión: en este momento no sé hacia dónde va el Barça. Si la primera parte, concretamente los primeros cuarenta minutos, me dieron motivos para la esperanza, el descuento y grandes tramos de la segunda me hicieron pensar que poco había cambiado respecto a la anterior. Por ello, seguiré observando atentamente la evolución de este equipo y esperaré, probablemente tras el clásico de octubre, para sacar más conclusiones. Hasta ese momento no viene mal ir sacando los partidos y mantenerse en lo más alto de la clasificación que, como es natural, siempre añade unas gotas de optimismo al inicio de un nuevo proyecto.
Ayer el Tata volvió a Messi y éste le respondió. Con un centro del campo más intenso de lo habitual y con un Cesc en gran estado de forma, se buscó al argentino para que definiera y éste respondió a las mil maravillas. Tras un gol injustamente anulado a Neymar (lástima) Cesc asistió en profundidad para que la pulga se fuera por piernas de Rami y rematara a placer el uno a cero. El Valencia reaccionó y pudo marcar Pabón pero Valdés paró bien su remate a bocajarro.
En la jugada siguiente Cesc, sublime en esos primero minutos, volvió a asistir a Messi que volvió a irse de la defensa en velocidad y ajustó un balón al palo contrario de Alves suponiendo el 2-0. El Barça estaba en plena efervescencia y el Valencia parecía un pelele en sus manos cuando Neymar se sumó a la fiesta y en una buena internada por banda asistió a Messi para que redondeara el 0-3. En ese momento ni el más pesimista de los tribuneros pensaba lo que ocurrió después. Nadie lo pensaba porque es difícil imaginar la desconexión que hubo en defensa desde el minuto 45 hasta que a Texeira le dio la gana alargar el primer tiempo.
Eso no quita que el Valencia tuviera unos fogonazos brillantes en esos escasos tres minutos y que Postiga marcó dos golazos pero la sensación de debilidad defensiva fue más que preocupante. Piqué parecía un elefante en una cacharrería y los laterales perdían balones por falta de intensidad, afortunadamente Texeira a los tres minutos de descuento tuvo a bien acabar la primera parte. Con una mezcla de cara de tontos y de cabreo comenzó la segunda parte a otro ritmo. Los esfuerzos de la primera parte se notaron y el partido se desinfló, cosa que no le vino demasiado mal al Barça que no las tenía todas consigo.
Así y todo el Barça, a través de Pedro y Messi tuvo ocasiones de sobra para rematar el partido pero quizás el cansancio o la mala suerte dejaron el partido vivo hasta el final pudiendo Jonás haberlo empatado en un buen chut que pudo desviar Valdés al poste. El partido finalizó para alivió de los blaugranas y Martino consiguió su tres de tres en su debut, algo difícil de conseguir visto el malévolo calendario que nos habían preparado para este inicio de Liga.
Parece que la jornada de Liga no importó para la prensa deportiva española pues abrió todos sus programas con el multimillonario fichaje del galés Gareth Bale por el imperio de Florentino. Muy desesperado debe andar este hombre para gastarse 100 millones en un jugador que en sus seis temporadas en el Tottenham ha ganado la friolera de 1 Copa de la Liga y solo fue mejor jugador de la Premier en 2011. El precio pagado es de ganador de balón de oro, no de melón por abrir. Espero que el mangante de ACS se la vuelva a dar porque ya he perdido la cuenta. Eso sí, la ilusionable afición del maligno ya puede hablar otra vez de la Décima aunque esta vez no sé si les durará hasta mayo…