En otro orden de cosas, sigo con una sensación entre el alucine y el abatimiento tras comprobar, de nuevo, la facilidad y el papanatismo con los que los culés estamos aceptando la pérdida de excelencia en el club. ¿Que se va el mejor entrenador de nuestra historia, hasta las pelotas de la juntuza? No pasa nada; a estos futbolistas los entrena cualquiera. ¿Que nos tiramos dos años buscando un central y acabamos ‘refichando’ a Puyol? Es que es difícil adaptarse a esta posición en el Barça y sólo dos o tres podrían hacerlo. ¿Que de cinco fichajes necesarios se hace uno? Ye, pero tenemos 30 kilos de superávit. ¿Que se nos pira un talentazo con diez años de carrera por delante por un precio irrisorio? Total, era un chulo y un pesetero. ¿Que se pira el mejor portero que hemos tenido en muchísimos años? Camareeeerooo…!!!!
Y ahora, nuevo episodio: ¿que ahora se busca un ‘perfil Larsson’ (sin el cual, por cierto, hemos ganado lo que jamás nadie ganó y alcanzamos un nivel de juego nunca visto)? Pues nada, fijémonos en tíos que no vengan a competir por un puesto de titular, sino que acepten un rol secundarísimo… y a poder ser, que sepan qué suavizante usar para que las toallas dañen lo menos posible la dermis de sus compañeros. Sí: un troncazo como Samaras o un tío en la treintena larga como Klose darían el perfil de puta madre. No fuera que Alexis y/o Pedro vieran peligrar su puesto…
En serio: a veces pienso que los seguidores del Barça estamos en el borde de un acantilado contemplando el mar a varias decenas de metros por debajo… y muchos tienen unas ganas locas de saltar y ver qué hay en el fondo.