Nota: Post originalmente publicado en La Redó! de Abril de 2010.
Llegó el crossover definitivo (?). Por fin, se produce el intercambio de posts entre la página de referencia sobre fútbol en Argentina, La Redó!, y la página referencia del entorno barcelonista en Catalunya, el YOYA. Y para este intercambio cultural (?) nada mejor que analizar el paso de dos grandes jugadores argentinos por el FC Barcelona: Maradona y Messi.
Junio de 1982
El FC Barcelona, uno de los clubs más grandes del mundo, con ya más de cien mil socios, se encuentra en una encrucijada. Pese a la recién ganada Recopa de Europa, la segunda del club tras la ganada hace apenas tres años, el club continúa sin ganar una Liga desde la temporada 1973-74; y no digamos ya la Copa de Europa, pues sólo los campeones de Liga y de Copa de Europa se clasifican para la misma, y se continúa sin ningún triunfo en la máxima competición continental.
Con este panorama, el Presidente Josep Lluís Núñez debe echar el resto. Después de todo, el Barça es uno de los pocos equipos en el mundo cuyo presidente es elegido democráticamente, y aunque en 1981 fue elegido sin oposición, sabe que los aficionados necesitan una Liga. Por eso ficha al que ya está considerado mejor jugador del mundo: Diego Armando Maradona. El dispendio es enorme (1.200 millones de pesetas, lo que hoy en día rondaría los 10 millones de euros), pero es un fichaje indiscutido. Todos los culers dan por sentado que el astro argentino se convertirá en un jugador legendario y que llevará al Barça a una era de triunfos.
Sólo uno de los dos vaticinios se cumplió.
Septiembre de 1983
La primera temporada de Maradona le había deparado varios meses de baja por hepatitis. En su ausencia, el equipo perdió sus posibilidades de ganar la Liga y quedó eliminado de la Recopa. Pero no todo eran sinsabores para él: el entrenador Udo Lattek, con el que varias veces se había enfrentado, había sido despedido y sustituido por Menotti. Además, se había conquistado la Copa contra el Real Madrid (con un gran gol suyo) y la Copa de la Liga.
Todo prometía una gran temporada, hasta que Andoni Goikoetxea se cruzó en el camino de Diego. La salvaje entrada del jugador del Athletic le rompió el tobillo y le dejó fuera de circulación tres meses; tiempo suficiente para que, de nuevo, el Barcelona se quedara sin oportunidades de ganar la Liga.
Pero lo peor aún estaba por llegar.
Mayo de 1984
Final de Copa del Rey, Estadio Santiago Bernabéu. Se enfrentan el FC Barcelona y el Athletic de Bilbao. A la rivalidad ya existente se añade la tensión del reencuentro entre Maradona y Goikoetxea. El Barça pierde la final, pero lo peor no es éso, sino la batalla campal al final del encuentro, con intervención destacada del 10.
Maradona fue sancionado con tres meses sin jugar en las competiciones españolas. Fue la gota final que decidió al Presidente Núñez a aceptar una multimillonaria oferta del Nápoles. Maradona también estaba harto de soportar que Núñez no le dejara hablar con ciertos periodistas (y especialmente con José María García, uno de sus mayores críticos), y sobre todo, con que se le hubiera retenido el pasaporte para impedirle ir al partido homenaje de Breitner.
Y así acababa la historia de Maradona con el Barça. Una historia agridulce, con destellos de su enorme calidad, pero que dejó la sensación de lo que pudo haber sido y no fue. Y sí, en esos años fue cuando empezó a tomar drogas, pero de eso los aficionados no nos enteramos hasta mucho más tarde.
Octubre de 2004
Un muchacho de 17 años llamado Lionel Messi empieza su segunda temporada en el Barça B, el filial del FC Barcelona en 2º División B. Ante equipos tales como Peña Sport (?) y en campos de dimensiones reducidas, ‘Leo’ (como se le denomina en Barcelona) cae continuamente víctima de duras entradas, de su propia falta de corpulencia y de la falta de espacios. Es algo casi tan evidente como su monstruosa técnica: cuando tiene el balón en los pies cualquiera que entienda mínimamente de fútbol puede ver su talento. Pero la historia del fútbol está llena de jugadores de gran técnica que no consiguieron triunfar.
Salgo del MiniEstadi (el estadio reservado a nuestro filial) pensando que más vale que el chico haga algo de pesas, o nunca llegará lejos; aunque si lo consigue… puede convertirse en un jugador extraordinario.
En cierto modo, así era.
Agosto de 2005
Camp Nou, Trofeo Joan Gamper. El Barça se enfrenta en su propio torneo amistoso anual a la poderosa Juventus. En el once inicial, un jugador del filial que ya ha jugado algunos partidos con el primer equipo, y que ha vuelto de la Copa del Mundo sub’20 como major jugador y máximo goleador: Lionel ‘Leo’ Messi. Algunos contamos con que el chaval haga un buen partido y tenga más oportunidades. Pero ni de lejos pensábamos que haría tal partidazo.
Messi no tarda en ganarse un nuevo y jugoso contrato, ya como jugador del primer equipo. Pero esa temporada no sería la mejor del pequeño gran delantero.
Mayo del 2006
El FC Barcelona gana su segunda Copa de Europa. Entre el jolgorio generalizado, hay un jugador que no está tan contento como debería. Messi había sufrido una grave lesión en marzo y se había recuperado justo a tiempo para la final; sin embargo, el entrenador Rijkaard (el mismo que le había hecho llevado al primer equipo) prefirió continuar con el bloque que había llegado hasta allí y no contó con él en el Stade De France. Empiezan los rumores, y parte del “entorno” azulgrana incluso propone venderlo.
Junio del 2008
Messi sigue creciendo como jugador, al contrario que el equipo. La ‘autogestión’ de Rijkaard lleva a la complacencia y el Barça acaba su segunda temporada seguida sin títulos. El delantero argentino ha marcado goles increíbles, incluso uno similar al ‘Gol del Siglo’ de Maradona, con el que ya se le compara…sólo que el gol de Maradona contribuyó a la victoria en un Mundial, y el del Messi a la postre no sirvió para nada.
Añádasele a eso continuas lesiones y amistades peligrosas (en cuanto a profesionalidad) como la de Ronaldinho, y nos encontramos a un jugador que, pese a ser ya uno de los mejores jugadores del mundo, necesita algo que le haga dar el salto definitivo. Algo… o alguien.
Es justo entonces cuando tras ser despedido Rijkaard, pasa a ser entrenador del Barça un ex-jugador del club cuya única experiencia como entrenador se reduce a entrenar el filial (y ascenderlo, eso sí) en Tercera División. Su nombre es Pep Guardiola.
Hoy
Una Copa de Europa, una liga y varios títulos más después, el Barcelona es el mejor equipo del mundo y Leo Messi el mejor jugador y el principal causante de la sensacional temporada 2008/2009 (al menos en cuánto a jugadores se refiere). Guardiola saca lo mejor de él, incluyendo un cambio en su estilo de juego (antes demasiado basado en continuos y fulgurantes cambios de ritmo) que le hace menos propenso a las lesiones. El delantero argentino ha arrasado en los premios individuales, incluido el más importante (?), el Yoyapremio
No parece viable discutir si es el mejor jugador del mundo, es algo prácticamente obvio. Casi ningún aficionado del Barça lo vendería, ni por todo el oro el mundo (de acuerdo, yo sí, pero soy de los poquísimos aficionados que vendería a cualquier jugador por el precio adecuado).
La cuestión es que (al menos en Barcelona) ya se discute si es el mejor jugador de la Historia, cuando sólo tiene 22 años. ¿Si ahora se lesionara de por vida y no pudiera jugar un sólo partido más, lo consideraríamos así? Difícilmente. Juzguemos a Messi por lo que es, no por lo que pueda llegar a ser.
¿Y Maradona? ¿Como lo vemos los culers hoy?
Depende de la franja de edad: la mayoría de los que lo vimos jugar lo consideramos uno de los mejores jugadores de la historia, si no el que más, y lamentamos que tal genial jugador no triunfara en nuestro club; máxime cuando sólo un par de años le vimos ganar un Mundial prácticamente él sólo. Sin embargo, los más jóvenes no le tienen en tanta estima, y algunos sólo le ven cómo una máquina generadora de ‘frases del día’ (lo que los ‘yoyeros’ llamamos “creixells”): ‘debutó con un pibe’, ‘cabeza de termo’, ‘le tomó la leche al gato’, ‘la tenés adentro’, ‘que la sigan chupando’, ‘se le escapó la tortuga’, etc… cuando no simplemente como ‘el que no aprovecha a Messi en la Selección Argentina’.
Pero esto último son sólo anécdotas. Los barcelonistas podemos sentirnos orgullosos de que por nuestro club hayan pasado algunos de los mejores jugadores del mundo. Maradona fue quizá el más grande de todos los tiempos. El tiempo dirá si Messi puede igualarlo o incluso superarlo.
Lucius Vorenus, comentarista del YOYA: www.diarioyoya.com
PD: Ah, aunque como nos hicieron ver desde Argentina, nadie se puede comparar con Maxi D11OS López. “Pero ésa es otra historia…”