El Yoya me paga (mucho) para que sea sincero y no les puedo engañar. El partido de anoche en el Calderón me decepcionó bastante, no por lo que hizo el Atlético, que todos lo sabíamos, sino por lo que no pudo hacer el Barça. El estado de forma en que llegaban los de Martino a Madrid me hacía tener esperanzas acerca de que en el enfrentamiento crucial de esta primera vuelta de la Liga, el Barça iba a dar un golpe sobre la mesa y demostraría su jerarquía futbolística, cosa que, desgraciadamente, no ocurrió. El partido fue una fotocopia de los dos partidos de Supercopa aunque con algo más de concentración defensiva por parte azulgrana lo que derivó en un partido táctico, muy defensivo, de pequeñas batallas, exactamente lo que quería el Cholo Simeone.
El Atlético salió como un tiro intentando atropellar físicamente al Barça que, en los primeros diez minutos, se limitó a achicar agua. Cuando la primera embestida cesó, Iniesta y Busquets se hicieron con el manejo del balón pero solo para intentar defenderse, no con la intención de atacar. Pero ayer el Cholo tenía un comodín en el arbitraje del famosísimo Mr. Sigan-Sigan y con tres patadas consiguieron sacar del partido al bueno de Andrés. El bagaje ofensivo del Barça fue un chut de Piqué desde su casa fruto de la desesperación que no atajó bien Curtois , sorprendido ante tal osadía. El Atlético tuvo peligro en el balón parado y pudo marcar en el tercero de una serie de córners consecutivos. Afortunadamente la cosa no dio más de sí.
En la segunda parte Messi salió al campo por el magullado Iniesta y todos los culés comenzamos a vislumbrar algo de luz en el farragoso pantano en el que nos había metido el Atlético. Desgraciadamente la ilusión duró un minuto pues tras la salida de un córner, Messi encaró el área rival y Diego Costa, que acabó el partido sin tarjetas, le metió un viaje en la rodilla que consiguió sacar al argentino del partido durante más de veinte minutos. La ausencia de Iniesta se notó, y las posesiones del Barça eran muy poco efectivas ante la tendencia de Cesc de tocar y desmarcarse creando un espacio de desconexión con Messi que hizo que la mayoría de jugadas acabaran ni siquiera con remate.
Al Atlético el transcurso de los minutos le afectaba a las piernas, a excepción de Arda Turán que fue superior a todos nuestros centrocampistas en intensidad y decisión. Afortunadamente la defensa del Barça ayer estuvo de sobresaliente alto y la cosa no pasó a mayores. Con la salida de Neymar volvimos a tener esperanzas aunque también se disiparon al comprobar que el brasileño no pudo marcharse de su marcador a las primeras de cambio. El partido iba transcurriendo sin ocasiones y con poco juego y parecía que todos se conformaban con el cero a cero hasta que Messi pilló un balón cerca del área y pudo marcar aunque Curtois paró bien el disparo. Los minutos de descuento fueron del Barça que entró en el área rojiblanca todo lo que no lo hizo durante los noventa minutos y entre Messi y Neymar estuvieron a punto de liarla, aunque ya era demasiado tarde.
En definitiva, tablas entre Atlético y Barça en un partido perro, en esta primera vuelta de 50 puntos que es la mejor de la historia rojiblanca y otro día en la oficina del Barça que sigue líder. Este partido, si algo positivo tiene, es que es una buena prueba del estado físico y competitivo de los jugadores que tendrán partidos como este (o peores) en eliminatorias de Champions, como será por ejemplo la que jugarán en el Etihad de Manchester. Ese día espero que Martino haya encontrado soluciones tácticas a este tipo de partidos que tantos problemas nos han dado históricamente. Messi proveerá.