Si fueseis del Madrid, os pareceria magnífico que el Barça se hundiera en segunda regional. Tener a los árbitros y la justicia deportiva a favor es un medio para conseguir la hegemonía. Si no fuera por el Barça, una piedra en el zapato, unos aldeanos, seríais los mejores sin tener que recurrir al pasado.
Pero somos del Barça, queremos ganar al Madrid pero tenemos que hacerlo con estilo propio y no dormimos porque en el minuto 91 ha habido un fuera de juego dudoso que comentarán en todas las teles. Algunos culers sienten cariño por los pericos y creen que se les puede convencer de que hagamos frente común, mientras a ellos les ceden jugadores para que callen. Y luego están los madridistas de Catalunya, que lloran para convencer a todos que están mal tratados mientras las teles de Madrid multiplican por mil esos lloros y una vez más, los malos somos nosotros.
Ahora no sé si estoy hablando de fútbol o de política. O de los dos.