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Yoyalodije

Justificar lo injustificable

Ayer lunes la Agencia EFE difundía un comunicado emitido por el FC Barcelona en el que se pide a la Comisión Antiviolencia que abra expediente a dos “personajes” que, explotando su “madridismo” en la cadena COPE, justificaron la agresión de Isco a Neymar.

Manolo Sanchis: “Neymar se está pasando de la raya, demasiado pocas se está llevando”

Poli Rincón: “Si estoy ahí yo le pego, no tengas ninguna duda de que le pego; yo y cualquiera”

Obviamente ambos “comentaristas” presumen de señorío y deportividad, faltaría mas, pero no se retractan cuando se les recuerda el posible tinte de “incitación a la violencia” que se desprende de sus palabras.

El detalle no hubiese picado mi curiosidad, a no ser por las intervenciones que hizo un ínclito y conocido periodista, acérrimo seguidor del Real Podrit, durante el espacio televisivo ESTUDIO 1, tras el partido FC Barcelona-Real Sociedad CF. Efectivamente, Roberto “Bobby” Gómez se despachó a gusto criticando de forma acerba e injusta a los jugadores de la Real, dudando incluso de su ética deportiva, y afirmando, tajantemente, que los futbolistas que entrena Eusebio Sacristán habían llegado a C’an Barça a dejarse golear.

Ni siquiera las intervenciones del moderador y de los otros comentaristas, dos de ellos pertenecientes a medios claramente “Caverno-Mesetarios” pudieron disuadir al exaltado Bobby Gómez de la necedad de sus afirmaciones, incluso cuando le recordaron que una semana antes el Real Podrit había sufrido la misma suerte en su propio estadio.

“Porque el Podrit ya no es lo que era, y la plantilla actual no tiene los “valores” de las de antaño. Otro gallo le hubiese cantado al Barça si hubiese intentado lo mismo en otros tiempos” fue la respuesta del tal Bobby.

Uno que, desgraciadamente, está mas que familiarizado con los “otros tiempos” a los que se refería el ínclito Sr. (si es que se le puede llamar así) Gómez, no puede menos que pensar que, desde la llegada de D. Johann Cruijff como entrenador al FC Barcelona, se han desarrollado unos valores futbolísticos que el club debería guardar celosamente, sin renunciar jamás a ellos y a lo que representan. Pues esos mismos valores se constituyen en la esencia del elevadísimo nivel de resultados deportivos alcanzados desde entonces.

Pero como la felicidad va por barrios, lo mismo que la envidia, podemos constatar que el “Club mas laureado del S XX”, a día de hoy tiene 85 trofeos mayores en sus vitrinas, mientras que el FC Barcelona tiene 88.

Pero claro, y esto es lo que explica las intervenciones “rencorosas” de los individuos a los que me refería en la primera parte del post, solamente 22 trofeos mayores han sido conseguidos por la Suciedad de Concha Espina desde 1990. Desde ese mismo año el FC Barcelona ha conseguido 42.

Seguramente los exfutbolistas/comentaristas y el energúmeno que se tiene por periodista deportivo recuerdan con nostalgia aquellos tiempos en que, si era necesario se cambiaba el Reglamento de la competición para que los “pundonorosos” defensores madridistas no fuesen “injustamente sancionados” cuando algún jugador (Recuerdan Vds. el “caso Bustillo”?) tenía que retirarse
del fútbol como consecuencia de lo ocurrido en el campo.

Resulta obvio que aquel sentimiento de impunidad está claramente integrado en el “gen ganador” del que presumen, y que las sanciones que se les imponen
son, a todas luces, injustas.

Es, probablemente, la misma sensación de impunidad que hace que los “aficionados” que llenan el Cuernabéu aplaudan al agresor que no ha hecho
otra cosa que proclamar los “valores” de los que se sienten tan orgullosos.

Y mucho peor todavía son las intervenciones de algunos “profesionales de las ondas” que tras hacerse público el comunicado del FC Barcelona han tratado de minimizar la cuestión con comentarios tales como

“Si se persiguiese todo lo que es violento…”

“No fue mas que un calentón…”

“Es que al fin y al cabo Neymar es un provocador con todos esos malabarismos…”

Y duele, y duele mucho, porque para los que, como yo, hemos vivido los momentos en que se gestó el “gen ganador”, resulta evidente que si el “agredido” hubiese llevado el uniforme blanco… La crucifixión y descuartizamiento posterior del agresor hubiesen sido insuficientes para calmar los indignados ánimos de la “parroquia merengue” y de los paniaguados periolistos que se dedican a “cultivarla”

Força Barça