(en el contexto de un debate sobre el tema, el día del último Barça-City)
Yo creo que es una concatenación de factores:
Primero, el propio personaje, culto, inteligente, elegante, auténtico sabio del fútbol, que hace que brille más la mediocridad nuñista.
Segundo, sus pasados enfrentamientos con Núñez, los mismos que le critican hoy son los que propagaron insidias a finales de los 90 para atacarle (SIDA, Figo…).
Tercero, su público cruyffismo, anatema absoluto para estos hijos de Núñez.
Cuarto, su llegada en 2008 supuso que su apuesta deportiva, Mourinho, no ocupara el banquillo del Camp Nou y, a pesar de sus burlas (remember al que algunos llaman Mestre, lo que escribía aquellos días), Pep consiguió lo que consiguió.
Quinto, relacionado con lo anterior, el éxito de Pep supuso la revifalla de la figura de Laporta, muy maltrecha tras la moción de censura de 2008, y supuso la momentánea debilidad de la Gran Esperanza Blanca del Nuñismo, Alexandre Rosell i Feliu.
Sexto, durante la presidencia del citado en el anterior punto, que la figura de Pep aún tuviera que agigantarse más, ejerciendo como presidente de facto por culpa de la inacción de Sandro y sus mariachis. A lo que hay que añadir que los éxitos conseguidos en las temporadas 10-11 y 11-12 no los sintieran “suyos”, sino de Pep, por lo que propiciaron un ambiente irrespirable para el entrenador, lo que provocó su salida en 2012.
Séptimo, Cubero perica.