Bon dia, amics.
Sigo sin el tiempo necesario para prodigarme por aquí tanto como me gustaría, pero sí quiero dejar mi particular cagadita sobre nuestro particular José Mª Gutiérrez; el señor (porque por edad ya es casi señor) Sergi Roberto. Y digo porque si bien Guti representa un perfil bastante particular del madridista (festero, canallita y algo macarra, al que se le ensalza cualquier muestra de talento), no es menos cierto que Roberto también responde a un tipo muy común de culé; el pijete que escucha a Manel, visita a la tieta por las tardes y es el ‘gendre’ que toda madre quisiera para su hija. Sinceramente, esta particular ‘representatividad’ es la única razón que se me ocurre a día de hoy para que este muchacho, eterna promesa a sus casi 30 años, siga chupando del bote culé más de 10 años después de su debut.
Roberto es un futbolista mediocre hasta decir basta, sin calidad ni criterio para ejercer de interior o medio en el Barça; ni como interior, ni como MDC, al que, en base no se sabe muy bien a qué, se decidió probar como lateral. Ahí, todavía consiguió engañarnos un poco y llegar a parecer un futbolista aprovechable, en aquel infame Barça del trident i triplet que, nadie lo olvide, fue la semilla de toda la cochambre que tenemos ahora. Para colmo, metió el gol aquel contra el PSG, en otro episodio nefasto del ‘pan para hoy y hambre para mañana’ que representó todo el luisenriquismo. Tanto es así, que cinco años después, seguimos con este chaval (al igual que con muchos otros) en plantilla, para colmo, cobrando un pastizal escandaloso que dificulta el poder darle la patada que, por rendimiento, bien merecida tiene.
Su ‘reaparición’ en este tramo final de temporada, en el que ha ejercido de Atila, sembrando el caos y la destrucción allá por donde ha pasado, es ya el remate final a una carrera lamentable, representativa de lo peor de la época con la que ha coincidido (no es casualidad que esta medianía sea el único canterano que se ha asentado en el primer equipo en los 10 años de Rosell y Bartolo). Espero que al menos sirva para que por fin el barcelonismo abra los ojos y no pase nada si (o cuando) este tío se va por la puerta por donde nunca debió entrar. Y que con él la cojan unos cuantos más, perfavordamanu…